Bible Lesson 24

»Un hombre tenía dos hijos —continuó Jesús—. El menor de ellos le dijo a su padre: “Papá, dame lo que me toca de la herencia.” Así que el padre repartió sus bienes entre los dos. Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y se fue a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia.

»Cuando ya lo había gastado todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad. Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada. Por fin recapacitó y se dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros.” Así que emprendió el viaje y se fue a su padre.

»Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo.” Pero el padre ordenó a sus siervos: “¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado.” Así que empezaron a hacer fiesta.

“A man had two sons,” continued Jesus. “The younger of them said to his father, ‘Dad, give me what’s mine from the inheritance.’ So the father divided his goods between the two. A little later the younger son gathered all that he had and he went to a distant country; there he lived wildly and wasted his inheritance.

“When he had spent it all, a great famine overcame the region, and he began to be in need. So he went and got employment with a citizen of that country, who sent him to his fields to care for pigs. So much hunger had he that he wished to fill his stomach with the food that they gave the pigs, but even so nobody gave him anything. Finally he came to his senses and told himself, ‘How many laborers of my father have food to spare, and I die here of hunger! I have to go back to my dad and say: Father, I have sinned against heaven and against you. I no longer deserve to be called your son; treat me as if I were one of your laborers.’ Thus he began his journey and went to his father.

“He was still far off when his father saw him and had compassion on him; he went running to meet him, he embraced him and he kissed him. The youth told him, ‘Dad, I have sinned against heaven and against you. I no longer deserve to be called your son.’ But his father ordered his servants, ‘Quickly! Take the best clothes to dress him. Put on him also a ring on his finger and sandals on his feet. Bring the fattest calf and kill it to celebrate a banquet. Because this son of mine was dead, but now he has returned to life; he had lost himself, but now we have found him.’ So they started to have a party.”